Con bastante frecuencia nos consultáis porque vuestros hijos todavía se hacen pis en la cama por la noche. Esto es más habitual de lo que pensáis, aun así, supone un quebradero de cabeza importante para muchas familias e incluso a veces tiene un gran  impacto emocional en los niños, que lo viven con vergüenza, sobre todo los que son un poco más mayores.  Por todo ello hemos decido escribir un post sobre el tema.

Enuresis es el nombre médico con el que nos referimos a este tipo de incontinencia urinaria que por definición ocurre sólo por la noche y es involuntaria. Normalmente hablamos de enuresis a partir de los 5 años, ya que por debajo de esta edad se considera normal que el niño todavía no tenga un buen control nocturno del esfínter vesical. 

Cuando consultáis por enuresis es importante aclarar dos puntos:

• ¿Le ocurre desde siempre? ¿O tuvo una temporada (> 6 meses seguidos) en la que no se le escapaba el pis? En el primer caso, hablaríamos de una enuresis primaria, mientras que en el segundo, sería una enuresis secundaria. 

• Además de la enuresis ¿tiene otros síntomas? Lo más habitual en niños sanos es que NO se acompañe de otros síntomas, en este caso diríamos que es monosintomática. 

Es importante clasificar de qué tipo de enuresis estamos hablando porque de ello dependerá el tratamiento y el pronóstico. La enuresis primaria monosintomática es sin duda el tipo más frecuente y en el que más nos vamos a centrar.

La enuresis secundaria (aquellos niños que llevan 6 meses seguidos o más sin mojar la cama y que de pronto vuelven a tener escapes) también es habitual y con frecuencia está relacionada con causas emocionales. 

¿Qué síntomas deberían alertarnos?

• Se le escapa el pis también durante el día.

• También se le escapa la caca.

 La frecuencia con la que hace pis es muy baja o todo lo contrario. El margen de “normalidad” es bastante amplio, en general se considera normal hacer pis entre 3 y 8 veces al día. 

 Urgencia miccional: Deseo repentino de hacer pis, si no va al baño en ese instante, se lo hace encima. 

• Esfuerzo para hacer pis.

 Chorro débil o intermitente.

• Sensación de que no hemos vaciado por completo la vejiga. 

• Dolor en genitales o dolor al hacer pis. 

Si le ocurre cualquiera de estos síntomas, es importante que no lo dejéis pasar y consultéis siempre con el pediatra, habría que descartar algún problema neurológico o del aparato urinario. 

Aunque la enuresis aparece con bastante frecuencia en niños sanos, se ha visto que es todavía más frecuente en niños con otros problemas. Por ejemplo, es más habitual en niños que tienen TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). También puede asociarse a estreñimiento, obesidad o al síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). 

¿Es necesario hacer alguna prueba?

Si hablamos de una enuresis primaria monosintomática, que es lo más frecuente, no es necesario realizar ninguna prueba. Lo que seguramente vuestro pediatra os pedirá que completéis es un diario miccional: consiste en un registro de al menos 3 días (no tienen por qué ser consecutivos) en el que se van anotando las veces que el niño orina a lo largo del día y el volumen de cada micción. Puede incluir además otra información como las deposiciones, si tuvo escapes de orina… Sabemos que a veces os resulta un poco “rollo” de rellenar pero, además de ser una prueba nada invasiva e inocua, a nosotros nos aporta información muy importante. Entre otras cosas, nos permite calcular lo que se conoce como el “volumen miccional máximo diurno” (VMMD), con lo que se puede estimar la capacidad de la vejiga, además de tener valor pronóstico. 

Sabemos que todavía a día de hoy, la enuresis es un problema infradiagnosticado e infratratado. Muchas veces por desconocimiento, otras por vergüenza…En otros casos es la propia familia la que resta importancia al asunto ya que es muy frecuente que alguno de los progenitores o algún familiar cercano  lo haya padecido antes. La realidad es que en la mayoría de casos afecta mucho a la autoestima de los niños y a la relación con sus compañeros. Es cierto que hay casos que pueden resolverse sin tratamiento (sobre todo si son niños pequeños y con escapes menos de 3 veces por semana), pero es importante que sepáis que en niños más mayores (a partir de 9 años) y con escapes prácticamente a diario, van a necesitar tratamiento y no se recomienda que éste se demore. 

 

Primero de todo, unas recomendaciones generales:

• No culpabilizar al niño ni castigarle (recordemos que es algo involuntario) pero sí implicarle en la situación: que ayude a cambiarse de ropa, cambiar la ropa de la cama si es necesario…

• Durante el día, orinar cada 2-3 horas. Micción doble (no levantarse antes de terminar, sino asegurarse de vaciar bien vejiga). 

• Limitar la ingesta de líquidos 2 horas antes de irse a la cama (por ejemplo, a un vaso de agua con la cena).

• Evitar la ingesta de refrescos o bebidas con cafeína.

• Orinar justo antes de acostarse.

• Si usa pañal por la noche, es mejor retirarlo y usar alguna medida alternativa para proteger el  colchón. En cierto modo, el llevar pañal, de manera inconsciente les lanza el mensaje de que “no confiamos” en que se levanten secos y no les motiva a conseguirlo.

• Realizar un calendario de noches secas/noches mojadas puede ayudar a motivar al niño. 

¿Qué cosas NO se recomiendan?

• Levantar al niño en medio de la noche para que haga pis, ya que se ha visto que no es eficaz.

• Técnica de “cortar el chorro” que antes se aconsejaba. Esto nunca se debe hacer, puede ser hasta contraproducente. 

Entonces ¿hay tratamiento?

Por supuesto. La buena noticia es que hay tratamientos seguros y eficaces, por eso insistimos en que no debéis “aguantaros” con el problema. Básicamente existen dos opciones de tratamiento para la enuresis primaria monosintomática: la alarma y la desmopresina. 

 

Alarma ¿qué es y cuándo se utiliza?

La alarma es el tratamiento de elección en la mayoría de casos. Se trata de una terapia conductual. Lo que se pretende es “enseñar” al cerebro a responder de forma refleja (mientras el niño está dormido) a la sensación de vejiga llena, de manera que logre retener la orina y despertarse para hacer pis.

Las alarmas constan básicamente de dos partes: por un lado un sensor de humedad (que se coloca en la ropa interior, pijama o a veces sobre la sábana) y por otro un emisor de sonido (también puede ser con luz o vibración). No hay evidencia de que unas funcionen mejor que otras. 

La idea es que cuando el sensor de humedad detecta las primeras gotas, la alarma se dispara, comienza a sonar, de manera que el niño debe despertarse, desconectar la alarma e ir a hacer pis o cambiarse de ropa si se ha mojado y después volver a conectarla. 

Aspectos importantes a tener en cuenta con la alarma:

• Es el tratamiento que mejores tasas de curación consigue. Al finalizar las recaídas son menos frecuentes.

• Es muy importante que tanto el niño como los padres estéis motivados. Sobre todo al principio y según la edad, va a requerir gran implicación por parte de la familia. De hecho en casos de estrés familiar importante, falta de motivación o en el caso de niños con TDAH, está desaconsejada porque no suele funcionar. 

• Vais a tener que tener paciencia: el tratamiento es largo (de media 3-5 meses), aunque la mejoría se debe notar mucho antes. 

• Al principio, hasta que el niño se habitúe, la alarma puede despertar a toda la familia (incluso al edificio entero) menos al interesado. De nuevo, paciencia, normalmente es cuestión de insistir unos días. 

• Las alarmas no están financiadas por el sistema sanitario en la mayoría de Comunidades. Por internet, buscando “alarma enuresis”, se pueden conseguir fácilmente y hay opciones con precios muy asequibles. 

Desmopresina: “la hormona”

La desmopresina es un medicamento que imita la acción de una hormona que todos producimos de manera habitual, la hormona antidiurética (también llamada vasopresina). Lo que hace es facilitar que en el riñón se reabsorba más agua, de manera que se reduce el volumen de orina. Hay 3 presentaciones del fármaco: intranasal(poco recomendada), oral o sublingual (la más utilizada y recomendable). 

Se utiliza principalmente cuando el objetivo es lograr sequedad a corto plazo (campamentos, noches fuera de casa…), en casos en los que la alarma esté contraindicada (poca motivación del niño y familia, TDAH…) o bien no haya funcionado. También cuando el número de noches mojadas a la semana es bajo. Tiene el inconveniente de que las recaídas suelen ser frecuentes cuando el tratamiento se suspende de forma brusca. 

Aspectos importantes a tener en cuenta de la desmopresina: 

• Se administra una hora antes de acostar al niño.

• Es muy importante saber que es necesario  restringir los líquidos desde una hora antes de tomarla y hasta 8 horas después. Normalmente se aconseja no dar más líquidos que un vaso de agua en la cena. Si un día en concreto no se han podido restringir líquidos, no se debería administrar la desmopresina.

• Si el niño está tomando desmopresina y nos pasamos de líquidos, puede ocurrir que retenga demasiada agua en el organismo. En este caso podrías notar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desorientación, ganancia rápida de peso… Esto es una urgencia. Debéis interrumpir el tratamiento con desmopresina y consultar con un pediatra. 

• Si el niño tiene vómitos o diarrea, también  se aconseja suspender el tratamiento hasta que se recupere.

• Mientras esté tomando desmopresina, no debe tomar otros fármacos que puedan aumentar el efecto de la ADH en el organismo. Uno de estos fármacos de uso muy habitual es el ibuprofeno (y medicamentos de la misma familia). Si vuestro hijo toma alguna medicación crónica y tenéis dudas, consultad antes al pediatra. 

Por último, os recomendamos visitar la web www.mojarlacama.es, donde encontraréis más información sobre el tema, preguntas frecuentes, calendarios motivacionales para los peques… Y ante todo ya sabéis, si tenéis duda u os preocupa, siempre consultad con vuestro pediatra.

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