Índice:
- Afectación de la piel frecuente en la infancia:
- Costra láctea
- Dermatitis atópica
- Dermatitis del pañal
- Pitiriasis alba
- Queratosis pilar
Costra láctea
La dermatitis seborreica es una enfermedad crónica de la piel que cursa en brotes y se presenta en forma de placas descamativas amarillentas sobre áreas de piel enrojecida.
Hoy nos centraremos en la costra láctea, la forma de dermatitis seborreica más frecuente en lactantes.
- Consiste en lesiones escamosas y costrosas, de un color amarillento y aspecto grasiento, que afectan al cuero cabelludo y tienen una extensión variable.
- Se presenta con mayor frecuencia en los 3 primeros meses de vida, aunque puede estar presente durante mucho más tiempo.
- Se debe, entre otros factores, a un aumento de la producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas de la piel, que en los lactantes tienen un mayor tamaño y actividad.
- También parece estar implicado un hongo del género malassezia.
- Pese al aspecto llamativo que a veces presenta, en la mayoría de casos ni pica ni produce ninguna molestia.
- No es contagiosa.
- Pese a su nombre, nada tiene que ver con el hecho de que los niños tomen más o menos leche (o lácteos).
- En la mayoría de casos se resuelve de forma espontánea al cabo de meses, aunque a veces puede durar hasta los 2 años.
- El tratamiento va a depender de la extensión y muchas veces de las preferencias de la familia.
- Puede ser útil, un rato antes del baño, masajear el cuero cabelludo con un aceite (de oliva, de almendras…) que facilitará después el desprendimiento de las costras.
- También hay emulsiones en la farmacia específicas para la costra láctea que se dejan actuar unos minutos antes del baño.
- Después de aplicar ya sea aceite o una emulsión específica, retirar con champú neutro, con un suave masaje.
- No hay que empeñarse en desprender las costras con las uñas, porque podríamos hacerle heridas que después podrían infectarse.
- En casos muy puntuales, tu pediatra puede pautarte un gel anti-hongos (ketoconazol 2%) o una crema de corticoide. Estos últimos nunca debes usarlos sin prescripción médica.
- Recuerda que supone simplemente un problema estético y que es algo transitorio.
Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que característicamente cursa en brotes. Suele acompañarse de picor intenso.
Es mucho más frecuente en la infancia y tiende a mejorar con los años, aunque en algunos casos puede persistir en la edad adulta.
Cuando un niño tiene un brote de dermatitis atópica, va a necesitar un tratamiento específico, normalmente una crema con corticoide. Además de este tratamiento, es FUNDAMENTAL seguir una serie de cuidados generales que van a disminuir la intensidad y la frecuencia de los brotes:
- Se deben hacer baños o duchas cortos, con agua tibia. Puede bañarse a diario siempre que sea así.
- Se deben utilizar geles/jabones con pH neutro o ácido, tipo “syndet”, geles de glicerina o geles sin jabón.
- Después del baño secar la piel con cuidado, “a toques”, evitando restregar.
- Cuando la piel está sana, sin brote, es muy importante hidratarla, si es posible 2 veces al día, con una crema sin perfumes ni irritantes, especial para pieles atópicas.
- En los brotes de dermatitis atópica NO aplicar crema hidratante, ni aceites, ni vaselinas sobre la piel afectada. En esas zonas SÓLO aplicar la crema específica de tratamiento que le hayan pautado.
- Llevar ropa no ajustada y de algodón.
- Es recomendable lavar la ropa con detergentes hipoalergénicos y sin suavizante.
- No abrigar en exceso. La sudoración excesiva puede desencadenar un brote.
Dermatitis del pañal
La dermatitis del pañal es una dermatitis por contacto irritativa muy frecuente en los niños. La piel sensible de los bebés, al estar en contacto repetido con la orina, las heces y además cubierta por el pañal, se irrita e inflama. La veremos enrojecida, macerada, con erosiones o incluso úlceras en los casos más severos. Suele afectar la piel de genitales externos y nalgas principalmente y normalmente respeta los pliegues.
En algunos casos la cosa se complica, pudiendo sobreinfectarse la piel con un hongo, habitualmente Candida albicans. En este caso la zona estará muy enrojecida, con zonas de descamación en la periferia y normalmente se afectarán los pliegues.
¿Qué podemos hacer para prevenirla?
- Lo más importante→ Mantener la zona limpia y seca. Cambios frecuentes de pañal.
- Evitar usar toallitas con perfumes e irritantes.Mejor usar gasas o esponjas humedecidas en agua o bien toallitas sin irritantes (hay algunas en el mercado cuya composición es básicamente agua).
- Secar el exceso de humedad antes de poner el nuevo pañal, poniendo especial cuidado en los pliegues. Siempre a toques, sin restregar.
- Evitar poner los pañales demasiado ajustados.
- Se puede utilizar alguna pasta al agua (de las que llevan óxido de zinc) en las zonas que más tienden a irritarse. Estas cremas crean un “efecto barrera” que protege en parte la piel.
- En los casos más severos, puede ser necesario aplicar una crema con corticoide y si se sospecha infección por hongos, un antimicótico. En este caso será tu pediatra quien te indique la pauta correcta. Existen cremas que combinan ambos principios (corticoide + antimicótico) pero nunca han de usarse sin prescripción médica.
¿Pañales desechables o de tela de toda la vida?
Pues, al margen del impacto medioambiental (que es otro tema…) parece que los pañales modernos, fabricados con materiales superabsorbentes, protegen más la piel del efecto irritante de las heces y la orina. Eso sí, también debemos cambiarlos con frecuencia.
Pitiriasis alba

¿Qué es la pitiriasis alba?
La pitiriasis alba es una alteración frecuente de la piel de los niñ@s. Se caracteriza por manchas “blanquecinas” con formas irregulares y límites bien definidos, que aparecen sobre todo a la cara, cuello, región superior del tronco.
Se aprecia más en pieles oscuras o bronceadas.
Es una entidad benigna que puede persistir meses.
¿Por qué se produce?
La causa no está bien definida. Se la relaciona con la dermatitis atópica, la exposición solar y la ausencia de uso de filtros solares, la frecuencia de baño, la falta de higiene, la sequedad cutánea y la deficiencia de minerales.
¿Puede confundirse con otras enfermedades?
Existen otras enfermedades parecidas. Por ejemplo, la pitiriasis versicolor o el vitíligo pueden manifestarse también como manchas sin pigmentar. Por ello es importante la historia clínica y la exploración física.
¿Qué tratamiento tiene?
El tratamiento de base lo constituyen las cremas hidratantes. No obstante, su eficacia es limitada.
El tratamiento consiste en la aplicación de emolientes de manera insistente y continuada. se recomendarán medidas de fotoprotección para que las lesiones sean menos aparentes. Sin embargo, la realidad nos demuestra que el tratamiento no siempre es todo lo satisfactorio que desearíamos y las lesiones pueden llegar a ser muy persistentes, aunque no hay otra que insistir con la hidratación.
¿El daño a la piel es permanente?
Aunque es motivo frecuente de consulta y de preocupación, la pitiriasis alba no origina un daño permanente en la piel.
¿Es curable la pitiriasis alba?
Sin tratamiento, las lesiones suelen resolverse en meses o años.
Queratosis pilar

La queratosis pilar es una afección común de la piel, no es una infección.
Se produce por la presencia de tapones de queratina blanquecinos o grisáceos en el lugar de salida del pelo en la piel, dando un aspecto de “papel de lija” o “piel de gallina”.
¿En qué zonas aparece?
Suele aparecer en la parte externa y superior de brazos y muslos, nalgas y mejillas.
Es frecuente que empeore en invierno y mejore en verano.
¿Cuándo aparece?
Suele aparecer antes de los 10 años. Tiene un componente hereditario importante y se da mucho más en pacientes con dermatitis atópica.
¿Qué tratamiento puedo aplicar?
No existe una curación, pero sí se puede aliviar. Suele ir a mejor con la edad, pero puede persistir con periodos de empeoramiento y mejoría, debéis tenerlo en cuenta.
Fundamental evitar la sequedad de la piel:
- Hacer baños cortos con jabón suave.
- No frotar la piel con la toalla después de la ducha.
- Tras el baño, con la piel aún húmeda, se debe poner una crema hidratante para retener la humedad. Se recomienda aplicarlo tantas veces como sea necesario, con un mínimo de 2 veces al día.
- El calor y el ambiente seco aumentan la irritación y el picor. Lo ideal son temperaturas de menos 20ºC con humedad ambiental del 50%.
- En los casos más graves el pediatra podrá recomendar un tratamiento especial.