En esta publicación queremos reunir todo lo tratado sobre el cordón umbilical, tanto el manejo antes de la caída como algunas alteraciones que pueden aparecer en las primeras semanas de vida: el granuloma umbilical y la hernia umbilical.
El cordón umbilical es la estructura gelatinosa que une el ombligo del feto durante la gestación con la placenta de la madre. Lo forman vasos sanguíneos, dos arterias y una vena, rodeados de una gelatina. Es una estructura que no duele, al no tener nervios.
Tras el parto, el cordón se pinza y se corta. Poco a poco se va secando hasta que se cae, habitualmente entre los 5 y los 15 días de vida.
¿Qué cuidados necesita?
Es importante que el cordón se mantenga limpio y seco en todo momento para evitar infecciones. Para ello hay que lavarlo con agua y jabón y secar posteriormente. En nuestro entorno desarrollado no es necesario desinfectantes como la clorhexidina al 4% o el alcohol de 70ºC.
¿Cómo se hace?
- Lavarse las manos antes de tocar el cordón.
- Retirar la gasa que cubre al cordón (se puede humedecer con suero si está muy pegada).
- Limpiar con una gasa estéril con agua y jabón.
- Puede colocarse una gasa limpia alrededor del cordón para evitar que se ensucie o dejarlo al aire.
- Doblar el pañal por debajo del cordón.
- Cambiar el pañal tras cada micción o deposición.
¿Se puede bañar al bebé?
SÍ. El ombligo puede mojarse aunque no se haya desprendido el cordón. Lo importante es que se seque bien posteriormente para evitar infecciones.
¿Cómo sabemos si el ombligo presenta una infección?
Si la zona de alrededor del ombligo se pone roja, con mal olor o supuración, aparece fiebre o llora al tocar el ombligo, son síntomas que nos deben hacer consultar con el pediatra.
Granuloma umbilical
Es un pequeño nódulo rosado (aspecto carnoso húmedo) de máximo 1 cm que puede aparecer en el ombligo, tras la caída del cordón umbilical, en las primeras semanas de vida. No se trata de una infección del ombligo, se produce por un crecimiento excesivo del tejido de cicatrización. No duele, pero en ocasiones produce algo de secreción clara amarillenta que puede irritar la piel de alrededor.
¿Cuál es el tratamiento?
La evolución casi siempre es hacia la curación por sí solo. Pero, a veces, precisa tratamiento:
«El granuloma umbilical cura con sal».
Tratamiento con sal común de cocina:
- Se aplica una pizca de sal común en el granuloma y se tapa con una gasa.
- Transcurridos 20 minutos, se retira la sal con una gasa humedecida con agua templada.
- Se debe realizar esta operación 2 veces al día durante 3 días.
- Lo habitual es que en 2 o 3 días disminuya de tamaño, cambie de color y vaya desapareciendo.
- Si no se observa la curación, se debe volver a consultar con el pediatra.
Aplicación tópica de nitrato de plata:
Su utilización está desactualizada, ya que es una sustancia que seca la lesión, pero que puede provocar quemaduras superficiales.
Hernia umbilical
¿Qué es?
Se debe a un defecto/agujero en la pared abdominal que permite que una porción del intestino sobresalga y empuje el ombligo por debajo de la piel, consecuencia del cierre incompleto del orificio por el que pasa el cordón umbilical.
Es uno de los defectos congénitos más frecuentes.
¿Cómo se diagnostica?
Se percibe un abultamiento (intestino saliendo de la cavidad abdominal cubierto por la piel) a nivel del ombligo, de forma continua o cuando el niño hace fuerza (llora, tose, defeca).
¿Qué síntomas produce?
La mayoría no da síntomas. En el caso de que aparezca dolor acompañado de vómitos puede producirse una complicación poco frecuente llamada incarceración que precisa de valoración urgente.
¿Cuándo se debe tratar?
Lo normal es que desaparezcan con el tiempo (sobre los 4-5 años), no necesitando ningún tratamiento. No hay que poner fajas, ni esparadrapos, ya que irritan la piel.
Si no se resuelven o son muy grandes, pueden requerir cirugía.
¿Cómo se tratan?
Los cirujanos pediátricos son los especialistas encargados de valorar y corregir estos defectos mediante una sencilla intervención quirúrgica que cierra el defecto aprovechando el ombligo para ocultar la cicatriz.