El año pasado 39 menores perdieron la vida en España tras ahogarse en espacios acuáticos y ante esta triste cifra qué podemos hacer? pues se estima que el 80% de los ahogamientos infantiles son prevenibles. Por tanto, pongamos todo de nuestra parte:
Cómo prevenir:
Vigilancia continua por un adulto. Los niños pequeños aunque sepan nadar, también se ahogan. No dejar bajo la supervisión a otro niñ@ menor.
Enseñar a nadar y flotar a los niños: las clases de natación en ningún caso sustituyen la supervisión por un adulto especialmente en menores de 6 años.
La presencia de socorrista ha demostrado disminuir los ahogamientos, sin embargo esto no implica abandonar la vigilancia. La mayor parte de los ahogamientos se producen en piscinas privadas de casas de particulares.
Muy importante: los flotadores más seguros son los chalecos homologados. No valen flotadores redondos, manguitos o burbujas de espalda.
Cuando vayáis a sacar a vuestro hij@ de la bañera, la recomendación es vaciarla. Que no quede agua, ni juguetes flotando. El niño podría caerse dentro y ahogarse.
En adolescentes concienciar sobre bañarse después de haber consumido tóxicos.