La exposición excesiva a los rayos del sol está asociada al desarrollo de cáncer de piel y daño ocular. Por ello, es especialmente importante la fotoprotección desde la infancia. ¿Pero es suficiente con la aplicación de cremas solares en los niñ@s?. Durante el verano es cuando más radiación solar recibimos, pero estas medidas deberían realizarse durante todo el año:
- Evita la exposición excesiva al sol, sobre todo en las horas centrales del día (12h-16h) y busca siempre sitios con sombra.
- Utiliza ropa que cubra la piel (testada para protección de rayos ultravioleta), sombrero de alas y gafas con filtro UVA y UVB.
- Protectores solares: existen dos tipos: los filtros físicos/minerales, los filtros químicos/orgánicos o una combinación de ambos. Todos ellos deben cubrir el espectro UVA y UVB (ya que no todos lo hacen):
- Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol de forma directa, por lo que no deben precisar protectores solares ya que pueden ser perjudiciales (si tienes dudas por un caso específico consúltalo con el pediatra). Debemos cubrir la piel con ropa ligera, gorro y mucha sombra.
- Entre los 6 meses y 3 años se recomienda la utilización de filtros físicos. Estos son más pastosos (los rayos ultravioleta rebotan en ellos), aunque en los últimos años ha mejorado la cosmética de estos productos y son más cómodos de aplicar. No son resistentes al agua por lo que debemos aplicar de forma frecuente.
- En los mayores de 3 años se recomienda utilizar filtros químicos, con factor de protección solar 50. Deben ser resistentes al agua, aplicarlos mínimo cada 2 horas y siempre tras el baño. Es importante que recordéis aplicarlos 30 minutos antes de la exposición al sol.
Existen aplicaciones gratuitas para móviles como “UV Derma” de la Academia Española de Dermatología que tiene un apartado sobre fotoprotección infantil, sobre mitos en protección solar y sobre la cantidad de radiación ultravioleta dependiendo de la latitud y hora del día donde os encontréis.
¡A disfrutar del verano bien protegidos!