Las crisis de lactancia, también llamadas crisis o brotes de crecimiento, son fases normales en toda lactancia. Notaremos un cambio en el comportamiento del bebé, que de repente se mostrará más demandante e inquieto al mamar.
La parte positiva es que suelen producirse más o menos a las mismas edades, lo que nos permite anticiparnos:
• 17-20 días de vida: Ese bebé bueno y dormilón, que hasta el momento comía y dormía a intervalos más o menos regulares, de pronto quiere mamar todo el rato y se muestra inquieto cuando no está al pecho. ¿A qué se debe? El bebé necesita aumentar la producción de leche y la forma de hacerlo, como siempre, es mamando mucho. En pocos días, una vez que lo haya conseguido, todo volverá a la normalidad.
• 6-7 semanas: El bebé pide más y se muestra más inquieto al pecho: llora, da tirones, arquea la espalda…¿A qué se debe? Nuevamente el niño necesita aumentar la producción de leche. Además se cree que en este momento se produce un cambio en la composición y el sabor de la leche, que se vuelve más salada. De nuevo la situación se normalizará en el plazo de una semana aproximadamente.
•3 meses: La más larga y compleja, ya que se producen cambios tanto en el bebé como en la madre. Puede durar hasta 1 mes. Por un lado el bebé puede no pedir tan a menudo y hacer tomas mucho más cortas; además se distrae con cualquier cosa. Por otro, la madre nota el pecho más blando, lo que puede hacerle pensar que no tiene leche.
¿A qué se debe?: Por un lado el bebé ya es un experto mamando, por lo que en pocos minutos obtiene toda la leche que necesita.
o Además, a medida que avanza el desarrollo y mejora la visión, el niño se muestra mucho más receptivo y le interesa lo que pasa a su alrededor, por eso se distrae con una mosca. Las tomas que hará más tranquilo serán las de la noche, cuando haya menos luz y estímulos.
o El cuerpo es sabio y la glándula mamaria se adapta a la demanda de leche. Ya no produce leche “de más” por si acaso, sino que está preparada para fabricar la leche necesaria en cuestión de pocos minutos en cuanto el bebé comience a succionar.
• 1 año: A partir de los 12 meses aproximadamente el crecimiento se enlentece, por tanto el niño necesita comer menos y su interés por los alimentos sólidos puede disminuir. En cambio sigue pidiendo pecho igual o incluso más que antes. Puedes sentirte tentada a retirar la lactancia con tal de que coma más, sin embargo esto es un error. No sólo seguirá comiendo lo mismo, sino que además le habremos quitado la leche materna que continúa siendo una buena fuente de calorías y nutrientes. A partir de los 15-18 meses, cuando la velocidad de crecimiento aumenta de nuevo, volverá su interés por la alimentación sólida y comenzará a comer mejor.
• 2 años: Aquí entran en la llamada “aDOSlescencia”. Es la etapa del “no” y de la autoafirmación. Empiezan a ser cada vez más independientes pero al mismo tiempo les surgen muchas inseguridades. La forma de sentirse de nuevo seguros es reclamar el pecho. Puede sorprender que de repente se vuelvan muy demandantes y pidan cada poco tiempo, frustrándose si no se les da.
¿Cómo actuar ante una crisis de lactancia?
- Ante todo mucha paciencia. Pasará en cuestión de pocos días o semanas.
- Que no te surjan inseguridades: “tengo poca leche”, “mi leche ya no le alimenta”, “ se queda con hambre”…como decíamos, se trata de fases NORMALES de la lactancia, que como has visto, tienen un por qué.
- Si el bebé demanda, ponle al pecho. Si lo rechaza, no le fuerces en el momento, inténtalo un poco más tarde.
- Cuando se distraen mucho durante la toma puede funcionar darle el pecho en un sitio donde estéis tranquilos: poca luz y ruido, música tranquila, que no esté entrando y saliendo gente…
¿Habéis pasado por crisis de lactancia con vuestros bebés? ¿Qué os ayudó? Os leemos en comentarios!
#posdatatupediatra