¿Os suena el gluten? ¿trigo? ¿alergia? ¿biopsia intestinal? Hoy os aclaramos qué es la enfermedad celíaca, cómo se diagnostica y qué tratamiento tiene.

Vamos a empezar desde el principio, ¿sabéis qué es el gluten?

El gluten es un conjunto de proteínas de pequeño tamaño, contenidas exclusivamente en la harina de algunos cereales de secano (trigo, centeno, cebada y avena o cualquiera de sus variedades e híbridos como la espelta, la escanda, el kamut y el triticale).

Se está poniendo de moda hacer dietas libres de gluten (o de trigo) en personas sanas. Aunque inicialmente estas dietas se ceñían al adulto, ahora se están generalizando en la infancia y se desconoce el impacto que esto puede tener a largo plazo en personas sanas. Debemos evitar todas las dietas de restricción que no tengan una justificación médica.

¿De qué trata la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es la enfermedad autoinmune más conocida en relación con el consumo de gluten. El gluten dará lugar a una inflamación intestinal que dificulta la absorción de nutrientes.

¿Qué significa autoinmune?

Que en el desarrollo de la enfermedad interviene nuestro sistema inmunitario (defensas) obligando a estas defensas a reaccionar ante la ingesta de gluten, dañando la mucosa del intestino y destruyendo las estructuras encargadas de absorber los nutrientes necesarios para un buen estado de salud.

¿Cuánto es de frecuente la enfermedad celíaca?

Se estima que entre el 1 % y 3 % de la población mundial la presenta. La prevalencia es mayor en mujeres que en hombres y es cinco veces más frecuente en niñ@s que en adult@s.

¿Qué síntomas podemos observar?

Los síntomas son muy variables. Incluye tanto afectación del aparato digestivo como de otros órganos e incluso, pueden no aparecer síntomas.

En cuanto a los síntomas más típicos:

¿Se puede prevenir la enfermedad celíaca?

Los últimos estudios realizados no han mostrado relación entre la enfermedad celíaca y la forma de introducción del gluten en la dieta, ni tampoco con que sea mejor hacerlo coincidir con la lactancia materna.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El pediatra de Atención Primaria es fundamental para realizar un primer estudio, recomendándose que el diagnóstico definitivo sea establecido por un pediatra gastroenterólogo.

Las distintas pruebas disponibles para el diagnóstico de la enfermedad celíaca son:

En las últimas actualizaciones se han modificado los criterios que son necesarios cumplir para el diagnóstico de enfermedad celíaca. Hoy en día para realizar el diagnóstico definitivo en niñ@s no es siempre necesario realizar una biopsia intestinal, esto es algo muy beneficioso.

Pero el diagnóstico solo será posible si se cumplen varios criterios (presenten síntomas compatibles con enfermedad celíaca o no los presenten):

Si el diagnóstico es dudoso será necesaria la biopsia, que siempre se hará antes de quitar el gluten de la dieta.

¿Existe predisposición genética?

Sí. Tiene un cierto componente hereditario, pero no se transmite de una forma predecible. Todos los familiares en primer grado (padre, madre, hij@) y herman@s de una persona celíaca son grupo de riesgo y tienen una probabilidad entre un 10-20 % mayor de desarrollarla.

¿Qué personas tienen un riesgo mayor de desarrollar la enfermedad celíaca y quienes deberían hacerse pruebas para detectarla?

Si vuestro hij@ pertenece a alguno de estos grupos de riesgo, debéis consultar con el pediatra.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la enfermedad celíaca es la exclusión del gluten de la dieta de manera estricta y de por vida. La dieta sin gluten no debe realizarse antes del diagnóstico. Al suspender la ingesta de gluten desaparecerán los síntomas y se repara la lesión intestinal.

¿Es necesario un seguimiento?

Tras el diagnóstico, las primeras revisiones serán realizadas por el especialista de forma regular para comprobar la mejoría de los síntomas y que los anticuerpos se normalicen. Una vez que los anticuerpos se han negativizado (entre 6 y 12 meses de una dieta estricta sin gluten), las revisiones serán más esporádicas, pudiendo realizarlas vuestro pediatra habitual.

El pediatra comprobará que los síntomas hayan desaparecido, que haya un buen crecimiento y desarrollo adecuado.

También detectará posibles déficits nutricionales que pueden estar presentes en el momento del diagnóstico o bien ser secundarios a la restricción dietética (los principales micronutrientes que se pueden ver alterados son el hierro y la vitamina D).

Recomendación práctica:

Bibliografía: