8 conceptos claves sobre la fimosis: 

La fimosis es un estrechamiento del prepucio (la piel que recubre el glande del pene). Al nacimiento los niños presentan fimosis y adherencias (glande y prepucio pegados), una situación absolutamente NORMAL.

Durante el desarrollo y crecimiento, las adherencias y la fimosis se van resolviendo progresivamente. ¿Por qué? por el crecimiento del pene, las erecciones espontáneas y una secreción blanquecina que actúa como lubricante natural.

Hasta los 2 años recomendamos limpieza diaria, descendiendo suavemente la piel hacia atrás, SIN FORZAR. Recordad implicarles a ellos en este cuidado, el baño es un momento fantástico. 

Están CONTRAINDICADOS por completo los tirones a cualquier edad (retracción traumática del prepucio) que además de doloroso, genera cicatrices. 

A los 3-4 años, el 80% de los niños retraen el prepucio sin problemas, resolviéndose la fimosis.

Si a partir de los 4 años no se ha resuelto, utilizamos una pomada con corticoide 2 veces al día durante 4 semanas. Se reevalúa al finalizar el tratamiento y si no ha funcionado, se podría repetir este tratamiento sin problema.

Si a pesar del corticoide tópico persiste la fimosis, el pediatra os derivará al cirujano infantil para su valoración.

Una vez solucionado, los niños han de mantener la RUTINA de echar el prepucio hacia atrás diariamente, no sólo por higiene, sino también para evitar que se vuelva a cerrar.

Balanitis

¿Qué es la balanitis?

Es la inflamación de la parte final del pene (glande y prepucio), que es más frecuente en niños menores de 5 años. 

¿Cuáles son los síntomas?

Se puede producir dolor, molestias al orinar, enrojecimiento e hinchazón de la zona final del pene. Con frecuencia hay una secreción purulenta por debajo del prepucio. 

¿Por qué se produce?

Por traumatismos, tirones, irritación o infección, siendo la causa más frecuente la sobreinfección de las secreciones acumuladas bajo el prepucio. El pene, sobre todo cuando todavía hay fimosis, es difícil de limpiar, lo que facilita su aparición. 

¿Cómo se puede prevenir?

Debemos realizar una correcta higiene: retraer de forma suave el prepucio y lavarlo con agua para retirar las secreciones que se pueden acumular entre el prepucio y el glande.

¿Cuándo debemos consultar?

Cuando aparezca enrojecimiento, hinchazón o secreción purulenta en la porción final del pene.

¿Cómo se trata?

Los casos leves se resuelven con una adecuada limpieza con suero fisiológico.

Cuando la inflamación es importante, se aplica una crema de corticoide asociada a antibiótico, que os recomendará el pediatra. Para su aplicación, se retrae de forma suave el prepucio sin forzarlo y se aplica la crema allí donde hay inflamación.